Estas zonas de paso de materiales a las Salas Blancas se configuran de acuerdo al tipo de servicio que deban prestar, todas disponen de dos puertas de acceso, una desde la zona exterior a la sala y la otra en la propia sala blanca.
Estas puertas están enclavadas de forma que no puedan abrirse simultáneamente y una vez abierta una de ellas, la otra queda condicionada al cumplimiento de las condiciones de ciclo preestablecidas.
Existen dos tipos de SAS: